Laura y Ángel
Todas las historias que vivimos son preciosas. Cada pareja que conocemos nos muestra una forma de ser, una forma diferente de entender el amor. Hay parejas que tienen los mismos gustos, el mismo carácter, mientras que hay otras que encajan desde puntos de vista distintos e incluso gustos diferentes. Con estas últimas las sesiones suelen ser un poco más alocadas. Cuando encontramos gente como Laura y Ángel sabemos que cada segundo a su lado puede ser una sorpresa.
Y, sin duda, eso fue lo que sucedió en la preboda que hoy os presento. Laura y Ángel desprenden amor y cariño a raudales, a la vez que te brindan momentos hilarantes por su espontaneidad y complicidad. Su relación es tan sólida y perfecta que, aun siendo relativamente diferentes, entiendes perfectamente porque han elegido compartir sus vidas.
Mínima intervención del fotógrafo
A decir, verdad, para un fotógrafo es maravilloso trabajar con gente como ellos, ya que solo tienes que dejar que se comporten como son, y el resto vendrá solo. Como os contaba hace unas entradas en la sesión de Doris y Raúl, su preboda fue una de esas en las que solo podemos “liarla” al querer intervenir más de lo necesario. Como podéis ver en las fotos, se lo pasaron en grande y fueron ellos mismos en todo momento.
Con este tipo de parejas, veo interesante buscar espacios naturales en los que se puedan desenvolver con total naturalidad, pero también me gusta incluir pequeños elementos que me permitan jugar con la luz y las líneas. La primera parte de su preboda la hicimos en las orillas del Gállego, mientras que el fin de la sesión se desarrolló en el Galacho de la Alfranca.
Galacho de la Alfranca
Tanto en un sitio como en otro, todas las situaciones se dirigieron para obtener el equilibrio perfecto entre fotos más tiernas y románticas con otras más creativas. Esa dualidad me permite hacer prebodas dinámicas y variadas, algo que marca parte de mi estilo como fotógrafo de bodas. ¡No todo es blanco o negro!
Además, en la preboda de Laura y Ángel tuvimos la guinda perfecta con un anochecer de película. En unos campos abiertos pedí a la pareja que pasease sin más preocupación que disfrutar de su relación. Les pedí que charlasen sobre su boda, sobre su futuro, y dejé que la emoción llegase por si sola.
La función de una preboda
Todo este proceso llevó a la pareja a conocer mi forma de trabajar. Igualmente, gracias a la preboda la pareja se soltó frente a la cámara y pudo comprobar lo sencillo que es hacer fotos desde una óptica sencilla y natural. Fue una tarde perfecta en la que, además, yo también pude conocer su manera de ser, algo que me ayudó enormemente a la hora de contar su boda.
¡Hasta aquí el resumen de la preboda de Laura y Ángel! Hoy solo puedo agradecer eternamente a Laura y Ángel su cariño, disponibilidad y amabilidad. ¡No cambiéis nunca!
Galería de imágenes
Puedes volver al inicio del Blog pinchando en este enlace
¿Os vais a casar? Podéis pedirme más información y disponibilidad en hola@josemanueltaboada.es